lunes, 5 de junio de 2017

A la belleza inadvertida

A la belleza inadvertida

Vamos a la sombra de hojas otoñales, extraviados en nuestras preocupaciones triviales,
pasamos ciegos ante un viento sutil, que baila con estos recuerdos primaverales,
llevándolos hacia el suelo lentamente en la danza de esta bella y delicada muerte,
crujen bajo nuestros pies marcando los pasos de un vivo, único y real presente.

Depende de los ojos que sepan contemplar.
las cosas tan disímiles que encontrarás
así de relativa es la experiencia en este mundo.

Nos convertimos en gigantescas montañas imposibles de alcanzar
en esta tierra inmensa, donde hormigas pequeñas trabajadoras
siguen su rumbo.

Pero basta una mirada hacia la infinita blancura de las nubes cuyo fin se pierde a nuestros ojos,
para sentirse tan diminuto como nos ve el pájaro que surca con libertad los cielos.

Debemos recordar,
que el ser humano existe simplemente,
no es más importante,
que la rosa cuando brilla humildemente
junto al resplandor del Sol naciente.

Patricia TORRES © Todos los derechos reservados