martes, 8 de agosto de 2017

Sol que arde en el Presente

Cuando se han llorado mares de dolor, 
cuando se conoce bien el sabor de la tristeza
 se aprende el valor de un momento de paz, 
una mirada de amor, el beso dulce y cotidiano
 como una taza de té en compañía del ser amado.

En esta simpleza está la respuesta.

 Cuando ya caímos, ya luchamos por sobrevivir al abismo, 
nos damos cuenta que es la vida una ruleta de emociones. 
La tristeza igual que la alegría esta allí latente dentro de uno mismo.
Por esta razón debemos solo ser, dejarnos fluir con naturalidad, 
nunca dejemos de sonreír en cada oportunidad, 
no frenemos el impulso que viene del alma, 
sí es bueno y puro jamas nos hará daño, 
nunca dejemos de brindar un abrazo o una caricia.


Dibujo original de Patricia Verónica Torres Versión  luz















Tener esperanzas hacia el futuro mantiene en movimiento la existencia.
Mirar hacia el pasado con ternura nos ayuda a conocer donde estamos en el camino                               
 y sabremos volver si de el nos hemos perdido. 
Guardando con todo el amor de nuestro interior el hogar aquel del cual hemos partido.
Teniendo fe en llegar, intentamos extender la mirada mas allá de la puesta del sol, donde arde el horizonte.

  ¡Podemos lograrlo!
  
Dibujo original de Patricia Verónica Torres Versión sombras Gracias C.F.N
















Pero lo real, lo palpable,
 lo que vemos, lo que sentimos ahora en este preciso instante es el presente…
 Por eso ¡amemos y aunque a veces odiemos volvamos a amar!
Valoremos tanto lo cotidiano como lo espectacular
la vida no es mas que un presente continuo, lo debemos apreciar.

Todos los derechos reservados ©2017 Patricia TORRES