Se ve en el horizonte como nubes turbias anuncia el diluvio que moja el asfalto.
Como la llegada del pasado enturbia y confunde el presente poniendo a prueba el valor del auténtico perdón, pero no se le puede negar la redención a un arrepentido.
Empieza a surgir un remolino en medio del pecho una amargura en la garganta mezcla entre dulzura, cariño, rencor y rabia vieja encarnada.
La necesidad de compañía de un alma sola rodeada de gente ajena que se mueve y revuelve se escuchan murmullo a lo lejos. No se alcanza la calma y la quietud porque se pueden cubrir las necesidades físicas pero no las del espíritu.
Amor confuso de límites delgados Pasión disfrazada de amor Deseo disfrazado de amistad.
Una vida revuelta y de cabeza pero ahí están sus ojos inocentes, puros y profundos.... la alegría por la simple alegría misma. Es tiene que ser la alegría de vivir tan renombrada y tan poco vivida por el adulto.
El Amor sin condiciones, un amor que nace... con una voz que empieza a escucharse.
