martes, 5 de febrero de 2019

Experiencia Frida (parte 2)

Siguiendo con lineas que escribí días anteriores, me di cuenta que siempre evado el motivo, el porqué la libertad de pensamiento predomina en mi, mientras la de movimiento me es esquiva.
Es hora de mirar al espejo y no huir de su reflejo, no existe manera de escapar, si deseo reflexionar sobre la libertad o la ausencia de ella. Este es un punto crucial, vivo con la secuela de una parálisis cerebral, me movilizó en silla de ruedas. Sí es que mi memoria no me falla,  no he hablado mucho sobre el tema en este espacio.
Por que quería, y aún espero que mis lectores, aprecien y juzguen mi capacidad artística, no mi incapacidad física, pretendo que no se me ponga en un lugar heroico inmerecido.
  La discapacidad es una circunstancia de la vida, no te convierte en peor ni mejor persona con respecto a otra
Quizás por eso no me atrajo nunca explayarme en esto. Lo interesante de vivir esta experiencia cada día, es que te da una perspectiva particular sobre cosas que el común de la gente naturaliza y no valora.
Salir a cielo abierto, que el sol caliente lentamente tus mejillas o disfrutar de la caricia del silencioso viento, mientras te recostás en la frescura del pasto. Esa es la libertad de movimiento, la que otros dan por sentada, es para mí ese anhelo ferviente que permanece ausente.
  Más arriba pueden ver un dibujo de danza (hecho por mí) simboliza esa libertad inalcanzable y su extrema belleza. Mi amor inexplicable por la danza es una dulce ironía, bailar fue por muchos años el deseo secreto que guardo mi corazón.
  Hoy lo que más quiero es disfrutar a mi hijo en soledad, aunque fuese un momento, llevarlo al parque, jugar con èl. Darle la felicidad que necesita...
Cada año que pasa es más difícil enfrentarme a diario con limitaciones de la existencia que me ha tocado y que en parte he construido.
  Si me preguntarán: ¿Cambiarías algo de tu vida, de tu pasado?
Respondería, sì varias malas elecciones que me han traído hasta aquí. Pero todo mi pasado y mi presente forjaron lo que soy. Debo reconciliarme conmigo misma y usar el poder de cambiar hacer futuro.

Quisiera regalar a la persona que tiene la amabilidad y paciencia de leerme mis mejores deseos







sábado, 2 de febrero de 2019

La experiencia Frida (parte 1)

     Daré este nombre a los escritos que estoy haciendo estos días de aislamiento, por la obvia similitud que comparte con momentos cruciales de la biografía de Frida Kahlo, la leyenda mexicana del arte. No estoy comparando con ella en el talento, pero si en los hechos de nuestras historias.

He pasado más de 48 horas en esta cama, por abismos de tiempo solitario, con la única compañía de un par de colores y unos vasitos de café. Y las hojas blancas de mi cuaderno rojo.
Ahora el viento sacude violentamente sus páginas, me pregunto ¿hasta donde las llevaría, si ellas fueran libres de este silencioso cuarto? Libres para unirse al cielo del mediodía que atraviesa mi ventana y cobija a las nubes, a las aves, al sol resplandeciente que cae abrazador sobre el aflato.
Me pregunto, ¿Adónde iría yo si fuera libre? Si la brisa violenta qué juega bruscamente con las palabras escritas por mi mente, fuese capaz de arrastrarme hacía lo desconocido, la libertad.
  Y cambiando de perspectiva, como si pudiera mirar la realidad, atravèz de una gota de lluvia para ser más precisa, pensaría que existen dos grandes tipos de libertades, entre todas las formas de concebir este concepto tan pensado, amado y deseando por los seres humanos. La libertad de pensamiento  y la de movimiento. No siempre una misma persona cuenta con ambas, hay quienes pueden ir al lugar que deseen, pero les es muy complicado pensar de manera auténtica. En contrapartida existen también las personas como Frida y yo que,  ya sea en algún momento o durante toda su vida, ven restringida su capacidad de movimiento, entonces vuelcan su atención a explorar el pensamiento, de esta forma se enciende un poderoso instinto creativo que nos brinda libertad por medio de la expresión artística, por más pequeña o simple que ella sea.